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Mano humana. Los modelos anatómicos son una excelente herramienta educativa para el estudio y la explicación de la estructura interna del cuerpo humano y las distintas funciones de los sistemas corporales.
¿Cuáles son las partes de las manos humanas ?
Las manos están compuestas por distintos huesos que permiten que sean el principal órgano de manipulación del medio. Veámoslos.
Las manos son uno de los mayores hitos evolutivos del hombre. No son unos miembros más de nuestro cuerpo, sino que nos distinguen de otros animales y, gracias a ellas, el progreso tecnológico de la raza humana ha sido posible.
Las características de nuestras manos permitieron que los primeros humanos manipularan objetos del medio y, debido a la sensibilidad y precisión de nuestros dedos, pudieron desarrollar las primeras herramientas. Nada de lo que tenemos ahora sería posible sin que nuestros antepasados se hubieran valido de las manos para construir utensilios.
Con el tiempo, dejamos de usarlas solo para sobrevivir. Gracias a las propiedades de las manos, los humanos somos capaces de comunicarnos de forma no verbal e incluso de manifestarnos artísticamente con la pintura o la música.
Somos lo que somos no solo por la inteligencia, sino también por todos los órganos y tejidos que nos convierten en humanos.
En este artículo haremos un repaso de la anatomía de la mano y mostraremos cuáles son los huesos que las conforman.
Toda mano humana está compuesta por un total de 27 huesos, los cuales se dividen en tres zonas: carpo (8 huesos), metacarpianos (5 huesos) y falanges (14 huesos). Además, contamos el radio y el cúbito, que son los huesos que comunican el resto del cuerpo con la mano.
A continuación presentamos los 12 tipos principales de huesos: el radio y el cúbito, los ocho del carpo, los metacarpianos y las falanges.
Técnicamente, el radio no forma parte de la mano, pero sí que comunica con ella. Se trata de un hueso largo con forma de prisma y ligeramente curvo que está situado en la parte externa del antebrazo, paralelo al cúbito.
Su extremo superior conecta con la articulación del codo, mientras que su parte inferior conecta con la articulación de la muñeca por la parte más cercana al pulgar. Su función es la de permitir que los músculos muevan el brazo.
El cúbito, igual que el radio, tampoco forma parte de la mano pero sí comunica con ella. Se trata de un hueso largo ligeramente curvado paralelo al radio. Se articula por la parte superior ya que está conectado al húmero y por la parte inferior, pues está unido a los huesos del carpo que veremos a continuación.
Empezamos con los huesos de la mano. El escafoides es un hueso del carpo, es decir, de la muñeca. Se trata de un hueso corto, esponjoso y de forma similar a un cubo. Tiene seis caras, de las cuales tres son articulares.
Forma parte de la primera fila del carpo y está localizado en la parte externa. Se articula con el radio, el hueso semilunar, el hueso grande, el hueso trapezoide y el hueso trapecio.
El hueso semilunar forma parte también de la muñeca y recibe este nombre porque su forma recuerda a una media luna. Se trata de un hueso corto y compacto. Tiene seis caras, de las cuales cuatro son articulares.
Es el segundo hueso de la primera fila del carpo y se articula con el radio, el hueso escafoides, el hueso piramidal, el hueso ganchoso y el hueso grande.
El hueso piramidal forma parte de la muñeca y recibe este nombre porque tiene una forma similar a la de una pirámide. Se trata de un hueso corto y esponjoso. Tiene seis caras, de las cuales tres son articulares.
Es el tercer hueso de la primera fila del carpo y se articula con el hueso pisiforme, el hueso semilunar y el hueso ganchoso.
El hueso pisiforme forma parte de la muñeca. Se trata de un hueso corto y esponjoso con forma similar a la de un cubo. Tiene cuatro caras, de las cuales solo una es articular.
Es el cuarto hueso de la primera fila del carpo y se articula solo con el hueso piramidal, aunque su principal función es la de dar paso a la arteria y al nervio cubital y de servir de inserción para el ligamento que permite la articulación de la muñeca y del músculo que permite el movimiento del dedo meñique.
El hueso trapecio forma parte de la muñeca y constituye el borde del túnel carpiano. Puede distinguirse por una especie de cráter en su superficie.
Es el primer hueso de la segunda fila del carpo y se articula con el primer metacarpiano (el del pulgar), con el hueso escafoides, el hueso trapezoide y el segundo metacarpiano. Su principal función es la de permitir el movimiento del dedo pulgar.
El hueso trapezoide forma parte de la muñeca y es el más pequeño de los huesos que constituyen el carpo. Se trata de un hueso corto y esponjoso con seis caras, de las cuales cuatro son articulares.
Es el segundo hueso de la segunda fila del carpo y se articula con el segundo metacarpiano, el hueso escafoides, el hueso trapecio y el hueso grande. Es el hueso de la muñeca que se fractura con menos frecuencia ya que está bastante protegido.
El hueso grande forma parte de la muñeca y, como su propio nombre indica, es el mayor de los huesos del carpo. Tiene seis caras, de las cuales cuatro son articulares.
Es el tercer hueso de la segunda fila del carpo y se articula con el segundo, el tercer y el cuarto metacarpiano, el hueso escafoides, el hueso semilunar, el hueso trapezoide y el hueso ganchoso. Su principal función es la de permitir el movimiento lateral y frontal de la muñeca, además de permitir el movimiento de el segundo, tercer y cuarto dedo.
El hueso ganchoso forma parte de la muñeca y tiene forma piramidal. Tiene cinco caras, de las cuales tres son articulares.
Es el cuarto hueso de la tercera fila del carpo y se articula con el cuarto y quinto metacarpianos, el hueso piramidal, el hueso grande y el hueso semilunar. Su principal función es la de permitir el movimiento del dedo meñique y del cuarto dedo.
Abandonamos ya la muñeca y pasamos a la siguiente zona de la mano: el metacarpo. Esta área constituye lo que sería la palma de la mano y está formada por cinco huesos. Cada uno de ellos, comunica con uno de los cinco huesos de la mano.
A pesar de ser cortos, poseen las propiedades de los huesos largos. Forman la parte ósea central de la mano y comunican, por su parte inferior, con los huesos del carpo vistos anteriormente y, por su parte superior, con las falanges.
Los cinco huesos metacarpianos son similares en forma, a excepción del que comunica con el pulgar, que es más corto y grueso que los otros. Además, el metacarpiano del pulgar es el único que no articula juntamente con los otros.
Los cinco huesos metacarpianos son los siguientes:
Comunica con el dedo pulgar y se articula con el trapecio a través de una articulación que tiene forma de montura.
Comunica con el dedo índice y se articula con el hueso trapezoide y el hueso trapecio a través de un pequeño nódulo que permite la unión.
Comunica con el dedo medio y se articula con el hueso grande.
Comunica con el dedo del anillo y se articula con el hueso ganchoso y con una pequeña porción del hueso grande.
Comunica con el dedo meñique y se articula con el hueso ganchoso.
Las falanges conforman los dedos de la mano. Hay un total de catorce, pues cada dedo está formado por tres falanges, a excepción del pulgar, que solo tiene dos. Cada una de las falanges conecta con su respectivo metacarpo que hemos visto anteriormente.
Cada dedo, por lo tanto, está compuesto por tres falanges. Veámoslas:
Los cinco dedos tienen estas falanges. Es el primer hueso de cada uno de los dedos, por lo que es la parte que comunica con los huesos del metacarpo. Son las falanges más largas y en su extremo tienen una superficie articular que las une con las falanges medias (o la distal, en el caso del dedo pulgar).
Tenemos cuatro falanges medias ya que el pulgar carece de ella. Como su propio nombre indica, es la falange central. Son más cortas que las falanges proximales y se unen tanto a ellas como a las falanges distales mediante una articulación.
Tenemos cinco falanges distales, las cuales también reciben el nombre de falangetas debido a su pequeño tamaño. Son las puntas de los dedos y, por lo tanto, la zona más exterior de la mano. Tienen una forma de cono, es decir, más anchas en la base y más estrechas en la parte final. Comunican con las falanges medias o, en el caso del pulgar, con la falange proximal.
VEA TAMBIÉN CORAZÓN PARA ESTUDIO
Peso | 0,2 kg |
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Dimensiones | 27 × 11 × 10 cm |
Material | Plastico |
Tamaño | 27 x 11 x 10 cm |